domingo, enero 13, 2008

Yo, súperheroína.

Publicado por V. en 8:14 a. m.

Yo, superheroína.

Ha llegado mi momento, el momento que había estado esperando toda mi vida: yo, convertida en superheroína. Recuerdo mis días de niñez en los que esperaba con ansias a alguien que viniera a rescatarme de los malos momentos. Esos malos momentos en que mi peleaba con mi hermana, ó mi mamá me castigaba "injustamente", ó simplemente porque tenía pena...porque sí. En esos momentos, yo soñaba con encontrar una mano amiga que me acogiera y cobijara; alguien que me consolara. Pero los días pasaron y nadie apareció: yo siempre lloré sola.

Hoy las cosas siguen más ó menos igual para mí, las penas las paso sola, sólo que ahora se descargarlas a través de mi escritura. Las letras se han convertido en un arma de batalla para mí. Cuando lo necesito, me protegen, cuando lo requiero, ataco. Pero hay personas que no han tenido la misma suerte que yo. Personas que deben guardarse sus penas, tragarse las lágrimas, ahogar el llanto en silencio. Y algunas de esas personas no son muy lejanas a mí.

Hoy mi hermanito lloró. Lloró con amargura porque lo castigaron. Esto parece bastante normal a simple vista; padres que castigan a sus hijos por alguna falta. ¿Saben cuál fue la falta esta vez? El niño no se atrevió a dar su primer paseo en bicicleta sin rueditas de apoyo. Le dio miedo, y decidió ponerse a llorar. Lo castigaron por armar escándalo, por una inusitada "pataleta".

No es mi intención juzgar a mis padres por como crían a sus hijos. La tarea de ser padres nunca ha sido fácil. Seguramente yo me he llevado la mayor parte de sus chascarros por ser la primera. Pero ahora que soy mayor, sé que lo que necesita ese niño no es una mano dura que lo castigue por cobarde, si no una mano amiga que lo apoye y le dé valor para intentar cosas nuevas. Fue así que, en silencio, me acerqué hasta el ovillito que había de él en la cama y lo abracé. Bañado en lágrimas, me miró con una pena infinita y se echó a llorar a fuerza de pulmón sobre mi hombro.

Yo sólo acaricié su cabecita, mientras dulcemente le susurraba al oído "shu-shuuu...todo va a estar bien". "Me asusté", me dijo, "me asusté, eso es todo. Yo no quería andar sin rueditas todavía." Es increíble lo simple que es la mente de un niño: si se asusta, llora. Seguramente, de haber estado yo en la misma situación, habría creado una excusa para justificar mi miedo. Quizás habría inventado una extraña historia que me causó un trauma hacia las bicicletas, qué se yo! Pero lo que si sé es que un niño asustado no necesita reprimenda, sino apoyo. Y así fue cómo, sin siquiera planearlo, me convertí en súperheroína.

Él me abrazó fuertemente con sus manitas alrededor de mi cuello y dijo "ojalá pudiéramos salir de aquí volando." Lamentablemente mis poderes son limitados, y volar no es uno de ellos. Pero sí lo tomé en brazos y lo paseé por la casa hasta que la pena pareció desaparecer por completo. Y como niño que es, rápidamente todo había quedado olvidado -ahora sólo quería salir a jugar nuevamente.

Así es que los súperhéroes no necesariamente deben saber volar, ó tener vista de rayos X. Los súperhéroes son las personas que llegan oportunamente a rescatarnos de nuestras desdichas, a salvarnos del mal que nos rodea. Debo decir que me gusta mi papel de súperheroína. El héroe que tanto esperé durante mi infancia nunca llegó, pero yo sí quiero llegar a tiempo para asistir a mis hermanitos cuando me necesiten. Si no...de qué sirve ser la hermana mayor??

4 comentarios:

tu peor pesadilla.. on 12:26 p. m. dijo...

Había pensado en muchas cosas cuando te leí; obviamente, en la espera, se me nubló un poco la cabeza y las ideas se medio borraron así como eran.
El asunto es que siempre me sorprendes. Una vez cuando recordaste algo que había dicho hace años o ahora mismo, cuando escribes y logras tocarme la fibra.
De alguna forma los momentos de tristeza de los que hablas al principio, a mi me parecen tan comunes en los recuerdos que todos tenemos de aquella etapa. Aglo así como que estábamos todos enfermos de adolescencia. Y hoy (peor) ni adolescentes ni jóvenes, podemos manejar un poco más esa angustia y ayudar o entender mejor a quiénes aún no logran llegar al limbo donde nos encontramos nosotros.
Al final, super héroes todos (y eso me recuerda una mala canción tipo balada de christina aguilera) pero tú más linda porque lo escribes más hacia adentro y porque Wonder Woman es casi la más bkn, después de Super Girl.
Un beso compañera, nos estamos leyendo.

V. on 12:36 p. m. dijo...

Sí bueno, escogí a Wonder Woman sólo por ser morena. Lo siento, pero me siento más identificada con ella que con una Super Girl rubia (cosas de la vida, no?).

fschmidt on 1:49 a. m. dijo...

eres una ternura con piernas y brazos
mil besos
siempre contigo, aunque sea a la distancia
fran

Anónimo dijo...

Well said.

 

The Marvellous Adventures Copyright © 2012 Design by Antonia Sundrani Vinte e poucos